jueves, 16 de octubre de 2008

El tiempo pasa... el tren no (un poco de historia del ferrocarril en la ciudad de Rosario)

Dentro de los planes de consolidación nacional que tuvieron lugar en los inicios de nuestro país, el ferrocarril se mantuvo como una de las prioridades de los diferentes gobiernos, a modo de copiar el modelo norteamericano y europeo tal vez, pero entendiéndolo siempre como un factor primordial para el progreso y desarrollo económico y social.
En 1863, durante la presidencia del General Bartolomé Mitre, se acentuaron las obras para dicho propósito, con el aporte de capitales extranjeros. En ese mismo año, el Gobierno Nacional adjudicó la concesión para la construcción y explotación del Ferrocarril Central Argentino (F.C.C.A) al empresario norteamericano William Wheelright.
Siete años después Wheelright, que consideraba a Rosario como una de las ciudades más importantes para el desarrollo del ferrocarril, inauguró la primera línea interprovincial, que se dirigía hacia el oeste y tenía su cabecera en la estación Rosario Central (ubicada en lo que hoy se conoce como Wheelright y Corrientes).

Ya en 1883 el Ferrocarril Oeste Santafesino (F.C.O.S) inauguró la sección Rosario-Colonia Candelaria, actualmente Casilda, con su estación principal en el actual predio del Parque Urquiza. La estación fue nombrada Rosario Oeste, y el tren realizaba un particular recorrido hacia el oeste, tomando lo que es hoy Av. Pellegrini y luego Godoy hacia el suroeste.
Los siguientes años fueron de vital importancia para el progreso ferroviario. A medida que nuevas líneas surgían, el crecimiento demográfico de la ciudad aumentaba. Con el nacimiento de nuevas estaciones, nuevos barrios eran instaurados en la ciudad.
En 1885 se realizó la primera conexión con la ciudad de Buenos Aires, el Ferrocarril Buenos Aires/Rosario (F.C.B.A y R), que tenía su estación principal en Rosario Norte (Aristóbulo del Valle y Ovidio Lagos).
En 1888 comienzan los trabajos para crear el primer nexo con la ciudad de Córdoba. El Ferrocarril Córdoba de Rosario (F.C.C y R) tuvo su estación principal, la estación Central Córdoba, en 27 de febrero y Juan Manuel de Rosas. En el mismo año, el Ferrocarril Santa Fe (F.C.S.F.) inauguró el tramo hacia la ciudad homónima, creando también tres estaciones: La estación Sorrento, La estación Rosario (en Cafferata y Santa Fe), y la estación Ludueña.
Entre 1890 y comienzos del 1900 las líneas ya existentes entraron en una etapa de consolidación y expansión del servicio, sumando nuevos tramos a su recorrido y creando estaciones a la par de su crecimiento. El nuevo siglo tenía al tren como principal protagonista, y la ciudad se encontraba cada vez más interconectada entre sí.
Se crearon la estación en Refinería Argentina, la estación Sarratea, la estación Fisherton, Ramal Peyrano - Ludueña, la estación Eloy Palacios (hoy Barrio Vila) y la estación Embarcaderos. El proceso de desarrollo implicaba también cierta camaradería entre las compañías, por los numerosos pasos a nivel que debían ser realizados para posibilitar los nuevos recorridos.
En el año 1900 el Ferrocarril Central Argentino compra el Ferrocarril Oeste Santafesino, renombrando la estación Rosario Oeste como “Rosario Este”, y adjudicándole el tráfico de cargas y hacienda. El servicio de pasajeros de la línea se transfiere a la estación Rosario Central.

Ya en el siglo XX…
También a partir de este siglo, nuevas líneas se interesaron en el desarrollo ferroviario de la ciudad de Rosario, que ya se encontraba en plena expansión, e incorporaron sus trenes al mapa de rieles.
El Ferrocarril Central Córdoba con extensión a Buenos Aires (F.C.R.B.A.) se agregó a la ya larga lista de recorridos, instalando su sede en la estación Triángulo, que además contaba con un extenso patio de maniobras y depósitos.
La Compañía General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires (C.G.B.A.) llegó a Rosario como una nueva opción para viajar hacia ese destino, por la vía de Pergamino, y con su estación La Bajada en San Martín y Virasoro (Gendarmería/Parque Hipólito Irigoyen).
En 1907 el Ferrocarril Buenos Aires/Rosario inauguró una nueva parada en barrio arroyito (Génova y Travesía), pero sólo un año después se fusionó con el Ferrocarril Central Argentino. A partir de esta alianza, en la estación Rosario Central se concentraron los servicios de corta, media e intermedias distancias. Mientras que la estación Rosario Norte se dedicó exclusivamente a los servicios expresos y de larga distancia.
En 1908 una nueva empresa de capitales franceses llegó a Rosario. La línea
Rosario/Puerto Belgrano (F.C.R.P.B.) entró en funcionamiento, con su estación principal en lo que hoy es el predio de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Rosario.
En 1911 una empresa local realizó el trunco intento de competir con los capitales extranjeros, creando una nueva línea con destino a Mendoza. El Ferrocarril Rosario/Mendoza (F.C.R.M) sin embargo, jamás logró ser concretado. Los trabajos se extendieron hasta Pueblo Fuentes en 1913, y la empresa intentó ubicar su estación en calle Rueda y Corrientes. Pero F.C.C.A. no permitió el paso a nivel con dos de sus líneas y los trabajos finalmente fueron abandonados.
En 1915 se produjo el agrupamiento del Ferrocarril Córdoba/Rosario y el Ferrocarril Central Córdoba con extensión a Buenos Aires. La compañía pasó a llamarse Ferrocarril Central Córdoba (F.C.C.C.) e inauguró una nueva parada: Parada Km. 302 (hoy actual Rosario Oeste, en calle Mendoza).
El 31 de diciembre de 1921 se incendió la estación Central Córdoba (27 de febrero y Juan Manuel de Rosas). Inmediatamente comenzaron los trabajos de reinstauración, y fue nuevamente inaugurada en 1925, con la fachada que conserva hasta el día de hoy.
A partir de 1920 el Ferrocarril Santa Fe intenta no perder terreno ante las nuevas alianzas y reestructuraciones, realizando un intenso trabajo de relocalización de vías. Creó un nuevo acceso para la línea de Santa Fe por la estación Juan Ortiz (actualmente Capitán Bermúdez), además de dividir la estación Sorrento Cambios en dos vertientes, Sorrento Cargas y Sorrento “P” (pasajeros). En 1929 finaliza la construcción de un nuevo edificio, que hoy se utiliza como la estación de ómnibus Mariano Moreno.
En 1938 Ferrocarriles del Estado adquirió F.C.C.C. y lo incorporó al Ferrocarril Central Norte Argentino (F.C.C.N.A.). Éste era el primer paso en la ciudad de una fuerte política de nacionalización de los servicios en el gobierno de Juan Domingo Perón.
En 1939, el Estado cambió el nombre de la parada Km. 302 a Rosario Oeste. El edificio es demolido a mediados de la siguiente década, y se construye en su lugar el que aún se encuentra en la actualidad, con el propósito de ser la parada de los trenes de larga distancia. De esta forma, se descentralizó el flujo en la estación Rosario Central Córdoba.
En 1944, el próximo paso del gobierno fue adquirir el Ferrocarril Rosario/Mendoza, ya inactivo, y desmantelar las instalaciones. Tres años después fueron nacionalizados Ferrocarril Santa Fe, Compañía General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires, y el Ferrocarril Rosario/Puerto Belgrano. Finalmente, compró en 1948 la última compañía, de capitales británicos: Ferrocarril Central Argentino.
Mas tarde…
A partir de 1949, el Estado realizó una reconfiguración del mapa ferroviario. Como primera medida, se renombraron las líneas férreas con nombres de próceres. De esta forma, el aglomerado de líneas de ferrocarril de nuestra ciudad, finalmente se resumió a dos líneas de transporte diferentes.
Por un lado, Ferrocarril Central Argentino y Ferrocarril Rosario/Puerto Belgrano pasaron a ser denominados Ferrocarril Nacional General Bartolomé Mitre (F.C.N.G.B.M.). Ferrocarril Central Córdoba, Ferrocarril Santa Fe y la Compañía General de ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires fueron llamados Ferrocarril Nacional General Belgrano (F.C.N.G.B.). Pocos años después, cuando el General Perón sea derrocado, la denominación de “Nacional” de las líneas ferroviarias será eliminada, pasando a conocerse los trenes como F.C.G. Mitre y F.C.G. Belgrano.
En cuanto a la reorganización, se produjeron severos cambios en ambas líneas. En el Ferrocarril General Belgrano se cerró el tráfico para pasajeros de las estaciones de Central Córdoba, Santa Fe y la Compañía General de Buenos Aires. En cuanto a esta última, se clausura definitivamente todo tipo de tráfico y se elimina el acceso a la ciudad. El movimiento de pasajeros de esta línea se trasladó a la estación a Rosario Oeste. Además, se remodeló la estación de Ferrocarril Santa Fe, que es inaugurada en 1950 como la “Terminal de ómnibus Coronel Perón” (luego Mariano Moreno). La estación Hume es renombrada como El Gaucho.
Sobre el Ferrocarril General Mitre, se clausuró la estación Rosario/Puerto Belgrano, y se cedió el terreno para la construcción de la Ciudad Universitaria. El tráfico de pasajeros se trasladó a Rosario Central. La estación Rosario Este se clausuró, y en su lugar se inauguró el “Parque de los Derechos de la Ancianidad”, hoy conocido como Parque Urquiza. La estación Fisherton adquiere el nombre de Antártida Argentina.
En 1955 el presidente Juan Domingo Perón es derrocado por el General Aramburu, y con su gobierno desaparecen las ideas de nacionalización y reestructuración del sistema ferroviario. Durante las próximas décadas, los ferrocarriles continuaron su recorrido sin graves incidentes o notables cambios. Como uno de los sucesos más trascendentes, en 1971 se construyó el viaducto Avellaneda, sobre el patio de paradas del F. C. G. Mitre.
Sin embargo, es a partir de la última Dictadura Militar, o a partir del “Plan de Reorganización Nacional” de 1976, que el ferrocarril comenzó lentamente a desmantelarse.
En 1977 se suprimió casi en su totalidad los trenes locales de pasajeros y de media distancia. En el Ferrocarril Mitre, se clausuró la estación Rosario Central. Los escasos trenes que continuaban en funcionamiento, pasaron a tener su cabecera en la estación Rosario Norte. Las estaciones Ludueña, Antártida Argentina, Barrio Vila, Sarratea y la parada Cruce Alberdi cesaron su atención al público.
En el Ferrocarril Belgrano, se clausuró y se desmanteló el patio de maniobras y depósito de locomotoras El Triángulo. Todo fue concentrado en Sorrento Cambios. Las estaciones El Gaucho y Nuevo Alberdi también fueron clausuradas.
En 1978 F.C.G. Mitre suprimió los últimos trenes locales y de media distancia. Además, su vía principal de acceso a Rosario por el sur fue clausurada, lo que significó una duración mucho más prolongada en el viaje a Buenos Aires.
La Dictadura Militar encontró su fin en 1983. Ya llamados los comicios, y con la instauración del primer gobierno democrático en muchos años, la asunción de Raúl Alfonsín en 1984 parecía traer un aire renovado al país.
Sin embargo, no fueron demasiadas las obras que el presidente pudo poner en
práctica. En materia de ferrocarriles, en 1987 se clausuraron las instalaciones de carga del Ferrocarril Belgrano, ubicadas en la ex Terminal del Ferrocarril Santa Fe, y se inauguró el Patio de la Madera. Además se levantaron las vías del antiguo acceso al puerto del Ferrocarril Central Argentino, y se construyó el tramo inicial de la futura “Avenida Ribereña Central”.
El gobierno radical tuvo que abandonar precipitadamente sus funciones. En 1989, Argentina tenía un nuevo presidente: el “peronista” Carlos Saúl Menem. La política gubernamental de privatización de Menem no se hizo esperar. Luego de una extensa huelga general de los gremios del riel, en 1991, el gobierno cedió la concesión de los servicios de cargas a empresas privadas.
En el año 1992 circularon los últimos “rápidos” de Rosario a Retiro (y viceversa). En 1993 circularon los últimos trenes a Córdoba, Tucumán y Resistencia. Desde 1993 a 1997 se demolieron las instalaciones ubicadas en Wheelright, entre Italia y Balcarce y se cortaron las vías que conducían a la estación Rosario Norte.
En 1999 se licitaron las concesiones de los talleres del Ferrocarril Mitre, ubicados Junín al 500. Las instalaciones fueron compradas con el objetivo de construir un centro comercial (hoy se conocen como “Alto Rosario”). En ese año Nuevo Central Argentino (NCA) se encontraba exclusivamente a cargo del concesionario ferroviario de nuestra ciudad, y era utilizado únicamente como trasporte de cargas. Hoy el destino de las numerosas estaciones de ferrocarriles de la ciudad ha sido limitado a centros culturales y secretarías municipales, y el funcionamiento de los trenes ha sido prácticamente anulado. Es importante destacar esto porque ahí es donde se entiende a la cultura, y se menciona la cultura de los trenes y la importancia que estos tiene para la vida de las personas, ya que es como el motor de muchas regiones del país. El ferrocarril moviliza no solo a las personas para trasladarlas de un lugar a otro sino también genera una acción económicamente hablando más que destacada.
Estación abandono: preocupación en torno a la ex Central Córdoba
El edil de la ciudad de Rosario, Carlos Comi denunció el estado de precariedad del lugar a donde, según advirtieron los vecinos de la zona, no llegan soluciones de parte del Estado. Temen la instalación de personas sin hogar en su interior
Los vecinos del barrio La Tablada están preocupados. Es que la ex Estación Central Córdoba está, según advirtieron, en un estado de abandono avanzado, a pesar de que asociaciones como Amigos del Riel y otras afines a la temática, mantienen la limpieza y el cuidado del lugar.
El edil arista Carlos Comi tomó apunte de los reclamos y encabezó una conferencia de prensa en 27 de Febrero y Juan Manuel de Rosas. Allí, se reunieron los habitantes de la zona para exigir soluciones.
Por otra parte, Comi señaló: “Recibimos la preocupación de la gente porque la estación está prácticamente abandonada a pesar del trabajo que hacen las organizaciones, un trabajo que se realiza a puro pulmón”, remarcó el concejal.
“No hay apoyo municipal ni de ningún tipo”, observó y destacó que el mantenimiento de lo que fue la estación Central Córdoba de trenes, está a cargo de quienes hoy integran organizaciones en torno a los ferrocarriles. Además, advirtió que existe el temor de que haya una usurpación: “Hay riesgo que se instalen intrusos”, apuntó y cerró con un pedido: “Hay que cuidar este edificio que es patrimonio de todos los rosarinos”.

Actos simultáneos por el Tren para Todos en Rosario
En Rosario la jornada se llevó a cabo en la vieja estación Central Córdoba, ubicada sobre el Bulevar 27 de Febrero a la altura de J. M. de Rosas. Con el viejo andén de la estación de un lado y la cancha del club del mismo nombre del otro se montó un escenario sobre el que actuarían muchos músicos y artistas solidarios que se sumaron a la campaña desinteresadamente y con mucho entusiasmo; aportando, además de su arte, su convicción sobre el valor del proyecto mediante palabras de apoyo. La gente comenzó a acercarse pasado el mediodía y de a poco se fue formando una nutrida concurrencia, pese al frío y las nubes de ese miércoles gris. En el marco del día de la Independencia, Ángel Contestí dio inicio al acto contando al público que el ferrocarril para todos es una de las tantas independencias pendientes de los argentinos.

Sobre el andén, allí donde alguna vez se habrán agolpado cientos de pasajeros y laburantes ferroviarios, se sirvieron hamburguesas, gaseosas y tortas; y se charló mucho con la gente sobre la propuesta del Tren Para Todos. Más atrás se armaron las mesas para el taller "Dibujando el Tren Para Todos", donde un montón de chicos dieron rienda suelta a su creatividad y dibujaron, pintaron e hicieron collages relacionados con el ferrocarril durante toda la tarde, con elementos donados por Amsafé Rosario y varias personas. Participaron pibes de las familias que se acercaron al festival y de la Biblioteca Pocho Lepratti. Sobre un cartón enorme, se levantó un hermoso mural diseñado y pintado por un grupo de niños. Todo esto va a ser expuesto en futuras actividades en Rosario.
Para darle más impulso a la causa se pintaron remeras y banderas mediante serigrafía, que se fueron regalando a los concurrentes. Además se rifaron libros aportados por la Editorial Último Recurso y se llevó a cabo la lectura de algunas cartas y poesías recibidas desde distintos puntos del país. La tarde se fue cerrando con la actuación del Coro de autoconvocados, al que todos fueron invitados a participar para cantar "El trencito va", chamamé de Germán Correa y Coqui Ortiz. Ya con la noche encima, para los que fueron quedando, se cerró el festejo con la murga del barrio.
Los organizadores quedamos más que satisfechos con el desarrollo de la jornada, ya que sirvió para convocar a más personas interesadas en participar en nuestra propuesta y para continuar impulsando el mensaje hacia toda la sociedad de que la reconstrucción de los ferrocarriles en nuestro país no sólo es necesaria sino también posible.


El paso del ferrocarril
Las estaciones de trenes y las líneas ferroviarias determinaron el nacimiento y posterior crecimiento de la Tablada, pero también representaron los mayores inconvenientes: la aislaban del barrio que se encontraba al norte (la Sexta) y la dividían por la mitad a la altura de la calle Ayacucho. La Tablada tenía dos estaciones y a su vez estaba atravesada por cinco líneas de distintos ferrocarriles.
En 1890 se construyó la estación de ferrocarril Córdoba y Rosario en la intersección de bulevar 27 de Febrero y 25 de Diciembre - hoy Juan Manuel de Rosas - y en 1912 se habilitó la línea que unía a Rosario con Buenos Aires. En 1913 se autorizó a la empresa de ferrocarril Central Córdoba a administrar toda la red bajo su nombre. En 1925 se construyó la actual estación y en 1936 el ferrocarril Córdoba y Rosario se transfirieron a la Compañía Central Córdoba. El ferrocarril Compañía General de la provincia de Buenos Aires salía de la estación ubicada en San Martín entre Virasoro y Rueda - donde hoy se encuentra Gendarmería Nacional -. En 1908 fue inaugurada la estación y en 1911 se liberó al servicio público la línea principal. Durante la primera presidencia de Perón comenzó el proceso de nacionalización de los trenes y como consecuencia, en 1949, se cerraron varios ramales y estaciones con excepción de Rosario Norte, Rosario Central - para servicios de pasajeros - y Central Córdoba para cargas.
En los últimos años, durante el gobierno de Carlos Menem, se privatizaron los servicios de carga y se cerraron los de los pasajeros. El ramal Rosario- Puerto Belgrano fue dado en concesión separado del Ferrocarril Belgrano, del que antes formaba parte. Los nuevos concesionarios se hicieron cargo de la estación Central Córdoba, y se frustró de esta manera un viejo proyecto de convertirla en el casino de Rosario.
Es importante señalar, que hace unas semanas atrás se estreno una película que documenta la historia del ferrocarril. La misma fue realizada por el director argentino Fernando “Pino” Solanas, y en La Próxima Estación, así se llama la película, narra el ferrocidio y el saqueo que sufrió y le toco padecer al viejo y querido, pero tan necesario Ferrocarril Argentino.


Conclusiones:
El ferrocarril es un bien necesario para todas las personas que habitamos este país. Un país tan grande como el nuestro no puede quedarse sin este transporte público donde debe ser utilizado diariamente por los pasajeros. Es el Estado el que debe apoyar y controlar constantemente que este tipo de medio de locomoción funcione correctamente, y es este el que debe cuidar de sus pasajeros y controlar que las empresas mantengas en buenas condiciones este servicio publico. Es por ello, que apoyo y exijo de ambos lados, estado y empresas privadas, un servicio que nos merecemos y que nunca debió haber dejar de funcionar. El tren no puede desaparecer, porque si esto sucede, muchas localidades alejadas del centro de Poder, como es la capital federal, se terminan convirtiendo en pueblos fantasmas y mucha gente se queda sin trabajo. Así que debemos obligar a los gobiernos a que propongan proyectos buenos e inteligentes que den sus merecidos resultados. Pero deben empezar con las tareas cuanto antes.

1 comentario:

Eduardo Juan dijo...

La Compañía General Buenos Aires fue la primer línea de Trocha Angosta en unir las Ciudades de Rosario y Buenos Aires, su inauguración fue en Enero de 1908. Su Estación de Pasajeros estaba en San Martín y Rueda (hoy ocupada por la Gendarmería Nacional), contaba con una playa de maniobras de 13,5 km de extensión de vías y Depósito de locomotoras, en la Estación La Bajada, ubicada en Ayacucho y Av. Uriburu. Desde allí salían ramales hacia Empalme Rosario (Córdoba y Río de Janeiro), que comunicaba con el FCSF en Rosario Santa Fe (Hoy Patio de la Madera) y con el Intercambio Ludueña; por el Este a la Estación Puerto Rosario CGBA (en el Puerto cerca de la estación Fluvial); otra línea hacia los Nuevos Mataderos y el Intercambio con el FCRPB. La CGBA fue administradora del FCR y M hasta que el Gobierno Nacional lo adquirió, posibilitaba el tráfico de sus trenes por un pequeño trayecto en el Ramal de La Bajada a Empalme Rosario, que comprendía desde la altura de Av. Francia hasta pasada la trinchera del FCR y BA, donde la CGBA doblaba hacia el Norte y el FCR y M continuaba hasta Fuentes, denominándose ese lugar de encuentro, en Av. Francia, Desvío Selva. La CGBA fue el primer FC que ofreció un servicio Internacional desde Buenos Aires hasta Asunción del Paraguay, llegando hasta La Bajada, tomaba el Ramal hacia Empalme Rosario y allí Vía FCSF llegaba hasta Reconquista donde embarcaba en Ferry hasta Asunción.